Julio 23 de 2025 – In Memoriam a Nuestros Padres: Jesús Antonio Guzmán Varón y María Dolores Baena

Julio 23 de 2025 – In Memoriam a Nuestros Padres: Jesús Antonio Guzmán Varón y María Dolores Baena

Escribir sobre la obra realizada por estos dos queridos progenitores es un compromiso de mucha responsabilidad, tiempo y consagración.
Formar un hogar que por más de 50 años conservó: Unidad, afecto, trabajo mutuo, y una labor constante en la crianza, formación y ejemplo ante la comunidad de más de una docena de hija-o-s ha sido el mejor y mayor fruto de nuestros inolvidables padres. En vida, ellos dos, expresaron muchas veces esa satisfacción del deber cumplido.
Fue la permanente preocupación de este extraordinario dueto dejar como herencia, no plata, ni fincas, ni propiedades. La mentalidad que brotaba en cada uno de nuestros padres y que nos las recalcaban como una oración sagrada diariamente era: QUE APROVECHÁRAMOS EL TIEMPO EN ESTUDIAR. “Que esa era la máxima riqueza, herencia que nos daban y que en cada uno de la-o-s herman-a-o-supimos acatar como esa orden de quienes tuvieron como formación académica: La Universidad de la Vida.
Nuestro padre, Jesús Antonio Guzmán Varón, de extracción campesina. Nació en la vereda: “RIO GRIS”, del municipio de Génova. (En ese entonces: Caldas). Logró estudiar en una escuela rural hasta el 3:er. Grado de Educ. Primaria. Lo demás lo aprendió en la vida militar, cuando pagó, prestando el servicio militar obligatorio en la ciudad de Buga-La Real- La del Señor de los Milagros.
Después se residencia para trabajar, de manera independiente, en la calle real de Caicedonia-Valle del Cauca- donde alquila un local y allí monta una tienda de venta de panes, mecato, parva, gaseosa, cerveza y aguardiente. No le faltaba su tocadiscos (o picot, como se le decía) para escuchar los discos de vinilo de 78 r.p.m. de su predilección.
En “LA CENTINELA DEL VALLE”, conoce a María Dolores Baena, hija de don: Zenón Baena (Uno de los fundadores de Caicedonia), conservador, azul en su política, y a doña Zoila Rosa Jaramillo (de Calarcá, liberal). Con las tradiciones de ese entonces, sólo podía visitarla una vez en la semana, cuando le permitían ingresar a la parte alta de una casona esquinera de dos plantas, con más de 10 piezas, tanto en el primer piso como en el segundo. Allí los dos conversaban más bien poco, porque al lado de “LOLITA” acomodaban un perro lobo, carnicero a morir. O los acompañaba: Víctor (Por orden de don Zenón) el hermano mayor de Lolita.
Es de recordar que por orden de don Zenón nuestra madre enseñó Ad-honorem a niñas y niños de Caicedonia a leer y a escribir. Jornada que años más tarde enseñaría por la tarde los Sábados a leer y a escribir a los jornaleros de la finca que nuestro padre administraba. De ahí el por qué más de uno los hijos optaran por la carrera de la Educación.
Con una cantidad de restricciones por parte de “los suegros” optan por contraer matrimonio católico, en la principal y única Iglesia de Caicedonia, el día: 15 de Octubre de 1.938. Al año siguiente nace en este municipio: José Octavio Guzmán Baena, el 14 de Octubre de 1.939.
Ya la pareja con su retoño, regresan de nuevo al campo. A Administrar una finca, después otra, y luego un hermano de Jesús Antonio (Santiago) le ofreció fuera a administrar una hacienda, con 10 potreros, decenas de ganado vacuno. Ubicada en la vereda: “EL SINABRIO ALTO”, de Pijao, en la “Hacienda La Maizena”. El tío Santiago, hombre que no sabía ni leer ni escribir, pero con un cerebro único, empezaba a ahorrar buen dinero. Le invitó a nuestro padre para que incursionara en “LA ARRIERÍA”. Como experiencia (no muy grata), en cierto año de la década del 40 lo invitó para llevar con unas mulas unos cultivos de Pijao a Armenia. Fue la primera y última vez, porque no lo volvió a acompañar.
La familia va creciendo, en la medida que las experiencias por: La Maizena, se trasladan a Buenavista, sector rural. Luego Pijao y de allí a Calarcá.
Desde luego que aún quedan pendientes ciertas experiencias para referenciar.
Por aquello de la violencia, un día hubo necesidad de salir de Pijao con ruta a Calarcá. La historia cuenta las dificultades que hubo para conseguir casa alquilada por lo tan numerosa la familia.
Pasaron con sus variados vaivenes los años, décadas hasta cuando para sintetizar se logró el pensamiento de nuestros añorados padres:
De los quince hijos (8 Hombres, 7 Mujeres): Todos obtuvimos el título de Bachiller.
Profesionales: 13, en diferentes áreas del Conocimiento.
Cifras que, en Calarcá, y tal vez en el Quindío no es fácil de superar.
Hoy 23 de Julio de 2.025, cuando nuestro padre cumple 29 años de su fallecimiento (+23-Julio-1.996) le decimos al CREADOR QUE JAMÁS LOS PODEMOS OLVIDAR POR SU GLORIOSA Y DURA TAREA QUE ESTOS DOS SERES: JESÚS ANTONIO GUZMÁN VARON y MARÍA DOLORES BAENA HICIERON MERITORIAMENTE POR TODOS NOSOTRA-O-S”. ¡GRACIAS!
LOLITA FALLECIÓ (+) UN 17 DE ENERO DEL AÑO: 2.010.

¡DIOS LOS CONSERVARÁ EN SU ETERNIDAD”-

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