Llegan en estos días recuerdos cuando en la época de los años 50s-60s, en las escuelas que se identificaban con el nombre de algún prócer de la Independencia, o de un escritor famoso, o de una dama que sobresalió por su valor en defensa del pueblo, los niños de las escuelas asistían con sus vestidos limpios, zapatos negros, camisa blanca, y el pantalón corto. Solo alargaba cuando pasaba al Bachillerato.

Las niñas con sus uniformes de colores variados, pero la falda debía ir unos centímetros más abajo de la rodilla. La educación, la cultura y el deseo por aprender eran bien sobresalientes.

En la música se escuchaban unas melodías con buena instrumentación, sentido y letras que constituían verdaderos poemas.

Camilo García y Ramón Carrasquilla, con el acompañamiento en guitarra de Rafael Baena, en un pasillo para recuerdos de juventud: «Desilusiones».